El sábado, día 21, y como no había excursión programada, nos fuimos de nuevo a Candelaria, para visitar la gruta de San Migue, que no habíamos hecho, el otro día, y ver mas detenidamente el pueblo de Candelaria, su mercado, Ayuntamiento, centro ciudad y centros comerciales, llamando la atención la limpieza, tanto de la playa, como la de las calles y edificios, todos sin grafittis de ninguna clase. Mucho comercio, pero no demasiada gente en los mismos, excepto en el centro comercial, que por sus características se presta mas a ello, hicimos algunas compras y regreso al hotel a descansar un poco después de comer para por la tarde ir a la Cabalgata.
Efectivamente, a eso de los 5 de la tarde, hubo desbandada general en el hotel, camino de Santa Cruz. Con el fin de que no se hiciese demasiado tarde para volver, nos dirigimos, los que generalmente hemos estado juntos todos los días, en dirección a la salida de la Cabalgata.
Esta es impresionante, desfilan, según la gente que presenciaba la misma, alrededor de 4.000 personas, y no creo que exageren, pues haciendo números de las comparsas que participan, junto con los músicos que acompañan a cada uno de ellas, oscilan alrededor de 60 personas cada uno, con su correspondiente reina en carroza, pues es imposible que vayan andando debido a la aparotosidad de los trajes y su peso, y son 48 , ya son 2880, más 25 o 3o, que van sin música, pero todos vestidos iguales y ordenados por edades, con un número variable, pero oscilando entre 30 o 50, ya suman otros 1.500, luego no andan descaminados en el número de participantes.
Pero si impresionante es la cabalgata, no es menos, lo que se observa después y es que todo el mundo, y cuando digo todo es TODO, niños de pocos meses, adolescentes, mayores y de tercera edad, van disfrazados, y es digno de ver la llegada por las calles adyacentes i r viendo llegar a la gente de barrios de extraradio y en la estación de guaguas llegar estas llenas hasta los topes a pasar la noche en Santa Cruz, procedentes de todos los rincones de Tenerife.
Por ese motivo, los carnavales de los pueblos comienzan a la finalización de los de la capital, pues todos ellos si celebrasen al mismo tiempo no habría gente ya que todos se trasladan a Santa Cruz.
El miércoles comenzaban en Candelaria y en los pueblos que teníamos alrededor, incluso en otras islas también los retrasan hasta finalizar los de Tenerife, que son los que se llevan la palma, junto con los de Las Palmas de Gran Canaria, siguiéndole en importancia los de la Gomera, estos llaman la atención porque están 12 horas seguidas, echándose unos a otros harina y polvos de talco, motivo por el cual, todos los gomeros, en esos días es completamente de blanco.
Con posterioridad pondré fotografías de la Cabalgata, pero es que no las hice con mi cámara y tengo que esperar que me las pasen.
Efectivamente, a eso de los 5 de la tarde, hubo desbandada general en el hotel, camino de Santa Cruz. Con el fin de que no se hiciese demasiado tarde para volver, nos dirigimos, los que generalmente hemos estado juntos todos los días, en dirección a la salida de la Cabalgata.
Esta es impresionante, desfilan, según la gente que presenciaba la misma, alrededor de 4.000 personas, y no creo que exageren, pues haciendo números de las comparsas que participan, junto con los músicos que acompañan a cada uno de ellas, oscilan alrededor de 60 personas cada uno, con su correspondiente reina en carroza, pues es imposible que vayan andando debido a la aparotosidad de los trajes y su peso, y son 48 , ya son 2880, más 25 o 3o, que van sin música, pero todos vestidos iguales y ordenados por edades, con un número variable, pero oscilando entre 30 o 50, ya suman otros 1.500, luego no andan descaminados en el número de participantes.
Pero si impresionante es la cabalgata, no es menos, lo que se observa después y es que todo el mundo, y cuando digo todo es TODO, niños de pocos meses, adolescentes, mayores y de tercera edad, van disfrazados, y es digno de ver la llegada por las calles adyacentes i r viendo llegar a la gente de barrios de extraradio y en la estación de guaguas llegar estas llenas hasta los topes a pasar la noche en Santa Cruz, procedentes de todos los rincones de Tenerife.
Por ese motivo, los carnavales de los pueblos comienzan a la finalización de los de la capital, pues todos ellos si celebrasen al mismo tiempo no habría gente ya que todos se trasladan a Santa Cruz.
El miércoles comenzaban en Candelaria y en los pueblos que teníamos alrededor, incluso en otras islas también los retrasan hasta finalizar los de Tenerife, que son los que se llevan la palma, junto con los de Las Palmas de Gran Canaria, siguiéndole en importancia los de la Gomera, estos llaman la atención porque están 12 horas seguidas, echándose unos a otros harina y polvos de talco, motivo por el cual, todos los gomeros, en esos días es completamente de blanco.
Con posterioridad pondré fotografías de la Cabalgata, pero es que no las hice con mi cámara y tengo que esperar que me las pasen.
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